El proyecto está desarrollado entre la Carrera 13 hasta la Carrera 9A conectando estos dos importantes ejes vehículares de forma consiente con el peatón y la ciudad, a través de la Calle 62, generando un espacio público que no sólamente responda a la topografía del lugar, sino a los usos y conexiones de su contexto, a través de un sistema de permanencia, circulación y naturaleza que acompaña todo el recorrido. 

 Esta intervención se desarrolla a través de un sistema pausado dentro del cual se peatonaliza la Calle 62, y en donde se ubican lugares de encuentro y de permanencia, que favorecen a los comercios locales, los transeúntes, y quienes habitan la zona.